En el último 24 de noviembre una nueva huelga general tuvo lugar en Portugal, exactamente un año después de la última. Esta fue la séptima huelga general en Portugal en 37 años y la tercera convocada conjuntamente por ambos los sindicatos mayoritarios CGTP y UGT.
Desde la última huelga general la situación de los trabajadores en Portugal se ha agravado. Tras el rescate del Fondo Monetario Internacional / Unión Europea en mayo, se han adoptado una serie de medidas de austeridad presentadas como la única manera de reducir el déficit del Estado y "hacer la economía portuguesa más competitiva". Los trabajadores ya han sido golpeados con aumentos de impuestos sobre consumo, incrementos de hasta 25% en las tarifas de los transportes públicos y recortes en los servicios sociales y de salud. Los trabajadores del sector público verán su salario reducido por medio de un impuesto extraordinario en 2011 y 2012. Nuevas medidas duras que constituyen un ataque histórico contra los derechos de los trabajadores están siendo presentadas por el gobierno, como la reducción de las indemnizaciones por despido, la extensión de la jornada de trabajo en 30 minutos diarios sin pago extra, la extinción de algunos días de fiesta o la dilatación de la posibilidad de renovación de los contratos a plazo. El desempleo ha aumentado en los últimos años afectando ahora 13% de los trabajadores segundo las cifras oficiales que no reflejan la tasa de desempleo real. Las previsiones para la economía de Portugal predicen la más fuerte recesión de la zona euro en 2013 y un aumento del desempleo debido a las medidas de austeridad.
Esta huelga fue fuerte en los transportes públicos y afectó a la actividad de las escuelas, los hospitales y la recolección de basura. La actividad de los aeropuertos también se redujo. Algunas grandes fábricas, como Volkswagen / Autoeuropa también detuvieron su producción. Sin embargo, en el sector de comercio y servicios privados, donde hay una alta concentración de trabajadores precarios y con bajos salarios, la huelga pasó casi desapercibida. El temor a represalias de los patrones sigue obstruyendo la movilización de estos trabajadores y sólo la ausencia de transportes públicos produce una excusa para la participación en la huelga.
Esta vez, los sindicatos organizaron manifestaciones en todo el país. En Lisboa, una manifestación organizada por la CGTP fue hasta el Parlamento, seguida por otra convocada por el movimiento 15 de octubre/"Indignados". En frente del Parlamento los participantes de la segunda manifestación se encontraron con una línea de seguridad de la CGTP que intentó evitar que se uniesen a los trabajadores de CGTP. Un par de horas más tarde, un intento de una masa muy heterogénea de manifestantes de romper el cordón policial y ocupar las escaleras del parlamento causó algunos pequeños choques con la policía. Siete manifestantes fueron detenidos y se enfrentan ahora a juicios por ofensas y agresiones contra la policía. Algunos fueron golpeados por la policía. Un video de un manifestante siendo golpeado por un policía ha circulado por la web y se mostró en la televisión. En respuesta, la policía comenzó una campaña ya conocida en los medios de comunicación, intentando retratar a los manifestantes detenidos como "peligrosos radicales anarquistas".
La Sección Portuguesa de la AIT participó en las movilizaciones en Lisboa, Porto y Chaves. En Lisboa y Porto hicimos piquetes informativos y nos unimos a las manifestaciones. En Lisboa, nuestros militantes entraron en varios comercios y en un gran centro comercial y distribuyeron comunicados a los trabajadores hasta que fueron expulsados por la seguridad. En Porto, nuestro sindicato de oficios varios se unió a la Asamblea Popular de Porto en la manifestación de la CGTP. En Chaves, nuestro nuevo grupo local distribuyó comunicados entre los trabajadores.
Associação Internacional dos Trabalhadores – Secção Portuguesa
Asociación Internacional de los Trabajadores –Sección Portuguesa