Este 8 de marzo saludamos a todas las mujeres del movimiento anarcosindicalista.
El nuestro es un movimiento que aspira a desarrollar una sociedad igualitaria y libertaria. El sexismo es una de las formas de discriminación y jerarquía que hay que erradicar y no hay mejor lugar para empezar que donde quiera que lo encontremos. En muchos movimientos sociales podemos experimentar pautas de liderazgo de facto que favorecen a los machos y, de muchas formas, desaniman a que las mujeres sean igualmente valoradas en las organizaciones. No solamente tenemos que cuestionar la necesidad de líderes de facto, sino también cambiar nuestras nociones de lo que es valioso a la hora de contemplar tales dinámicas.
Nunca dejemos de tratar estos temas con seriedad y neutralicemos a todo el que intente posibilitar formas de dominación masculina.
Nuestra liberación no es simplemente un asunto de lucha de clases sino una completa transformación social en la que nos tratemos como iguales y sean derrocados los privilegios en todas sus formas. Y, para nosotros, este estado de respeto y conducta igualitaria debe tener lugar aquí y ahora.
Contra todas las formas de jerarquía -no solo del estado y el capitalismo.
Secretariado de la AIT