Trabajadorxs de Residencias: ¿Carne de cañón para el coronavirus?

Es bien sabido por cualquiera que haya trabajado alguna vez, o haya estado en el entorno del sistema de residencias, cuánto intentan los empresarios de dicho sector explotar a su personal y simplemente lo mal que lo tratan. Lxs trabajadorxs de residencias hace mucho tiempo que sienten que las autoridades locales y el gobierno les tienen poca consideración, incluso les han descrito recientemente, tanto los políticxs locales como lxs nacionalxs como “poco preparadxs”. Esto ha comenzado a aparecer en los titulares de la prensa nacional y alcanzar la conciencia pública y nunca ha resultado tan visible como durante la presente crisis por Coronavirus, en que lxs empresarixs han mostrado una indiferencia completa por la seguridad no sólo de sus trabajadorxs, sino también de las personas que usan sus servicios.

Lxs trabajadorxs asistenciales han mostrado un compromiso y una compasión inquebrantables con las personas a las que apoyan al continuar viajando al trabajo para ayudarles cada día a pesar de los riesgos, con algunxs trabajadorxs que llegan tan lejos como para irse a vivir a sus centros de trabajo, dejando atrás a sus familias en sus hogares, para ayudar a proteger del virus a las personas que cuidan.

Mientras tanto, lxs empresarixs de los servicios residenciales han mostrado su compromiso y compasión habituales con sus empleadxs, tratándoles tan mal como pueden con el propósito de mantener el margen de beneficios. La mayoría de lxs trabajadorxs sanitarixs nunca ha adquirido el derecho a baja remunerada por enfermedad y recibe solamente la SSP (Paga legal por enfermedad) y esto continúa ocurriendo durante la crisis actual.

Lxs trabajadorxs han dicho que se han visto presionadxs para ir al trabajo y hacer turnos incluso a pesar de estar en aislamiento en casa, ya fuera porque ellxs mismxs han enfermado o para proteger a un miembro de la familia; a algunxs de lxs que viven en una vivienda con un miembro de la familia de alto riesgo y que quieren auto aislarse para protegerlo, les han dicho que ni siquiera tendrían derecho a la SSP y se quedarían sin paga, ya que no son ellxs mismxs lxs que están enfermxs.

El personal asistencial también se ha visto presionado para presentar bajas oficiales durante todo el tiempo que no haya trabajado por haber tenido síntomas de coronavirus, a pesar del consejo del gobierno de que solamente necesitas presentar una baja oficial, que se puede solicitar en línea para ayudar a aliviar la presión en las consultas y, por supuesto, el hecho de que todas las ausencias de 7 siete días o menos pueden auto-certificarse.

El mensaje mezclado del gobierno sobre pagas a lxs trabajadorxs que se están confinando debido a problemas de salud ha llevado a una completa confusión respecto a si el personal asistencial que está confinado en casa durante 12 semanas tiene derecho a permiso según el programa del gobierno y a percibir al menos el 80% de su salario habitual.

Algunxs trabajadorxs están diciendo que su empresarix ha acordado ponerlxs de permiso mientras otrxs han informado de que se les ha dicho que solamente recibirán la SSP durante doce semanas. A algunxs trabajadorxs se les ha dicho incluso que se les pondría de permiso solamente para decirles más tarde que su empresarix no va hacer tal cosa.

Para el personal mal pagado que cobran el Salario Mínimo y a menudo no cuenta con ahorros, la perspectiva de cobrar el SSP, que es en la actualidad solamente 94,25 Libras a la semana, durante al menos 12 semanas y sin idea de cuándo se terminará, es bastante sobrecogedora y puede que muchxs no se lo puedan permitir.

La falta de Equipo de Protección Personal (EPI) tal como guantes, mascarillas y delantales así como desinfectante para manos y equipo de limpieza para lxs trabajadorxs asistenciales es un escándalo a nivel nacional y está dejando, tanto a lxs trabajadorxs asistenciales como a las personas que cuidan, en un riesgo masivo de contraer o difundir, aunque sin culpa por su parte, el coronavirus.

Tan desesperada se ha vuelto la situación que las empresas han intentado contratar EPIs de las manicuras y clínicas veterinarias con hasta el 80% de lxs proveedorxs diciendo que tienen EPIs adecuados. Surgió un informe preocupante del sindicato GMB de Escocia de una residencia que guardaba con llave los EPI fuera del alcance del personal.

El personal de asistencia ha estado recibiendo consejos variables, cuando ha recibido alguno, sobre cómo y cuándo usar los EPI y a algunos les han dicho sus empresarixs que se les facilitará algún EPI solamente si un usuario del servicio muestra síntomas de coronavirus y tienen que llevar a cabo algún cuidado personal, a pesar del hecho de que el virus parece ser extremadamente contagioso, fácilmente transmisible y expandiéndose a rápida velocidad y, para cuando la empresa se esté planteando decidir si facilitar el EPI, puede ser demasiado tarde.

La falta de pruebas de coronavirus también significa que el personal asistencial tenga que aislarse por hasta 14 días sin saber si ellxs mismxs o alguien con quien vivan tiene el virus y también deja abierto que les presionen desde la gerencia para volver al trabajo, sin saber si todavía tienen o han tenido la enfermedad.

El coste humano real de la falta de recursos por parte del gobierno y las prácticas negligentes de las empresas de las residencias están quedando trágicamente demostradas por todo el país mientras el peaje de muerte se eleva y el virus se expande. Una residencia de Glasgow ha perdido a 16 residentes después de que el coronavirus se difundiera a través del servicio, y otra de Liverpool también se ha visto malamente golpeada con 9 residentes fallecidos y la gerente de la residencia diciendo que dos tercios de su personal estaban enfermxs y de baja. Tristemente, ahora han muerto varixs trabajadorxs asistenciales en todo el país por el virus.

Lxs trabajadorxs de las residencias han descrito la situación actual como sintiendo que son “carne de cañón”, una frase procedente de los conflictos armados donde los soldados, históricamente procedentes de las clases bajas y trabajadoras, se enviaban a las vanguardias del frente y se consideraban desechables. La similitud aquí es que una vez más la clase trabajadora es vista como fungible y se le dedica poco pensamiento a su bienestar por parte de empresarixs y políticxs, siempre que se haga el trabajo y se provean los servicios o se obtenga beneficio.

Durante demasiado tiempo, lxs trabajadorxs de residencias han sido descritxs como poco formados y se han quedado como algunxs de lxs trabajadorxs peor pagadxs del país, sin embargo hemos visto recientemente su dedicación y valentía trabajando frente al coronavirus. Una fuerza de trabajo que está abrumadoramente formada por mujeres y trabajadorxs migrantes, lo que está muy relacionado con la explotación a la que están sujetxs, ha mostrado sencillamente lo esenciales que son mientras que lxs jefes y quienes están en posiciones de autoridad han demostrado una vez más simplemente lo incompetentes y cobardes que son, con lxs consejerxs delegadxs, directorxs y gerentes senior trabajando con seguridad desde sus casas pero esperando que el personal de primera línea asuma riesgos enormes.

Cuando, esperamos, hayamos pasado eventualmente de esta crisis, es obvio que el sector de  residencias necesita ser transformado por completo para que trabaje para las personas que necesitan sus cuidados y para la gente que los facilita, más que en interés de beneficios. La forma que ahora tiene el sistema simplemente no puede continuar. Si quieres organizar tu centro de trabajo y mejorar tus condiciones, por favor, contacta con Solidarity Federation y podremos ayudarte.

Solfed Manchester

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