Muchxs trabajadorxs de todo el mundo se enfrentan a nuevos retos y fatigas mientras soportan las diferentes cargas del brote de Coronavirus. Algunxs han perdido sus empleos y, con pocos o ningún ahorro, afrontan amenazas reales de verse sin techo o de pasar hambre. Otrxs todavía deben trabajar para sobrevivir ya que no tienen opciones y se ponen en riesgo. No obstante, todxs debemos recordar que millones de personas deben hacer esto mismo –con o sin Coronavirus. El Coronavirus simplemente está llevando la miseria a más gente.
Mientras algunxs mantienen sus empleos y trabajan en casa por ordenador, millones de otrxs están todavía fuera en el campo. Generalmente se muestra poca consideración por su salud y su seguridad. En la AIT tenemos compañerxs que viven en la extrema pobreza, cosechando té en Bangladesh; tenemos compañerxs en diferentes países en profesiones de alto riesgo cuyos jefes no quieren asegurarlxs ni tomar medidas para mejorar la seguridad, que viven en situaciones en las que lxs jefes fuerzan a la gente a ir a trabajo estando enferma y uno tiene que elegir entre su salud y pagar el alquiler y comprar comida. Esta es la realidad para millones de trabajadorxs –no solamente en lo que consideramos las partes más pobres del mundo, sino también en regiones ricas industrializadas. Y es exactamente contra este tipo de problemas –que muestran la falta de respeto básico por las vidas de lxs trabajadorxs- que nos organizamos cada día.
Durante casi un siglo, la Asociación Internacional de los Trabajadores se ha organizado y ha luchado contra la explotación inherente al sistema del capital y del trabajo asalariado. Perpetuamos la tradición de aquellxs que vinieron antes que nosotrxs y que lucharon por los mismos ideales –tales como los mártires de Haymarket, compañeros anarquistas que lucharon por la jornada laboral de 8 horas y contra la brutalidad ejercida por los empresarios contra lxs trabajadorxs, y cuya lucha llevó a la introducción de la fiesta del Primero de Mayo – el día Internacional de lxs Trabajadorxs.
¡La lucha que iniciamos hace años se necesita ahora más que nunca! Han pasado años y hemos sido testigos de la innegable dirección del capitalismo mundial. Quienes tienen capital han estado secuestrando los beneficios de nuestro trabajo y controlan la mayor parte de la riqueza del mundo. La brecha entre ricxs y pobres ha crecido en la mayor parte del mundo. La gente con más riqueza sigue explotando los recursos y el trabajo de las partes más pobres del planeta. Millones de personas se enfrentan a problemas relacionados con la destrucción ambiental que amenaza su misma supervivencia. Todos estos problemas vienen de la misma fuente esencial.
El capitalismo es sus diversas formas está supeditado a la codicia y las filosofías del poder. Está anclado gracias a los estados y los instrumentos de control público que protegen a las clases pudientes. Contra esto se posicionan las ideas libertarias de nuestro movimiento obrero, que busca crear una sociedad igualitaria en la que todxs puedan disfrutar de los frutos de su trabajo y contar con tiempo libre suficiente para otras actividades y para participar en la auto-gestión del centro de trabajo y de la sociedad.
En nuestra visión, no hay lugar para castas de trabajadorxs que deban hacer todo el trabajo sucio. Por el contrario, hay un compartir de responsabilidades en el trabajo que resulta esencial. En nuestra visión no hay personas sin hogar durmiendo frente a hoteles vacíos, ni granjas que destruyen los alimentos porque no los pueden vender a los restaurantes. Estas visiones son parte de las respuestas enfermas de un sistema que lo ha hecho todo por las ventas y los beneficios –no para un uso social.
Se debe luchar por esta visión y, a lo largo de los años, ya han dejado a la gente fuera muchas veces. Se nos ha enfrentado con la violencia absoluta del bolchevismo y el fascismo. Lxs trabajadorxs por todo el mundo han sido distraídxs por las promesas de la cultura del consumo o se les ha ocupado en sobrevivir. Nuestras vidas han sido robadas y están siendo robadas.
Cada año, alrededor del globo, millones de trabajadorxs salén el Primero de Mayo. Lxs trabajadorxs de la AIT también se pueden encontrar en las calles de muchas ciudades, intentando hacer resaltar la relevancia del día y, a veces, haciendo objetivos de centros de trabajo cuyos miembros están en lucha. Este año, algunxs compañerxs están decididxs a volver a las calles, incluso a pesar de las prohibiciones a las manifestaciones (incluso con distancia social). Otrxs quizás no puedan, pero esto no significa que se hayan olvidado. La realidad es que Primero de Mayo es cada día. El Primero de Mayo no es simplemente un día del año en que mostramos que somos trabajadorxs y estamos luchando por algo. Nuestra lucha es visible en las diferentes cosas que hacemos a lo largo del año. También puede ser por tí.
Estamos segurxs de que este año veremos algunas formas creativas de cumplir, con gente decidida a propagar nuestras ideas, a mostrar apoyo y solidaridad con las luchas en curso por todo el planeta. Si estás leyendo esto, probablemente también puedas hacerlo. Cada artículo compartido difunde los ideales y muestra nuestro disgusto con la situación a la que nos ha llevado el actual sistema social y económico.
No obstante, necesitamos subrayar que lo que necesitamos para salir de esta situación más fuertes y no más débiles es más organización. No las organizaciones de líderes que pastorean a la gente hacia los partidos políticos para colocarse ellxs mismxs en posición de poder o para dividir aún más el mundo en grupos de gente „mejor” y „peor”. Ya hemos tenido bastante de esto y es algo que distrae a las personas de tomar conciencia de sus intereses reales y de la lucha para beneficiarnos a todxs nosotrxs. Esto puede ir empeorando en el futuro próximo para millones o incluso miles de millones de personas si no tomamos medidas serias para volver a tener el control de nuestras vidas, el planeta y la riqueza que se ha creado con nuestro trabajo.
Desde la AIT enviamos nuestra solidaridad a todxs aquellxs que están en lucha actualmente así como a todxs aquellxs que están en lucha permanente, nuestrxs hermanos y hermanas de todo el mundo que son responsables de hacer que el mundo funcione. Los jefes son NADA sin nosotrxs.
Secretariado de la AIT
Varsovia, 29 de abril de 2020