El gobierno de Gran Bretaña introdujo un programa de salvajes recortes en el estado del bienestar. Los recortes son parte de una amplia ofensiva gubernamental contra las condiciones de vida de los trabajadores, con ataques a todo un rango de prestaciones. El programa de recortes del gobierno no trata simplemente de reducir la cantidad de gastos estatales en bienestar, el propósito es también forzar a los parados a aceptar empleos con salarios más y más bajos con lo que, a cambio, se hunden los salarios de todos los trabajadores.
Como parte del programa de recortes, el gobierno introdujo el llamado esquema de “Workfare” bajo el cual los desempleados se ven forzados a trabajar gratis hasta seis meses o enfrentarse a que se les recorten las prestaciones, sin garantía de trabajo fijo al final. No hace falta decir que las empresas se dieron prisa a la hora de sacar provecho de aquello que significaba mano de obra gratuita y comenzaron a tomar un número cada vez mayor de gente bajo el esquema de workfare.
El gobierno afirmaba que el workfare ayudaría a los parados a encontrar empleos permanentes, pero dado que aumentaba el número de personas arrastradas a trabajar por nada, enseguida quedó claro que esto no iba a pasar nunca. Los trabajadores que fueron contratados bajo el esquema de workfare nunca fueron hechos fijos; más bien, una vez que su tiempo bajo el esquema había pasado, las empresas simplemente se libraban de ellos para reclutar un nuevo grupo de trabajadores en workfare. Después de todo ¡¡ ¿por qué pagar trabajadores cuando los puedes tener gratis?!!